Resumen:
Desde la perspectiva del autor, la entronización del Estado soviético como el primer Estado ateísta del planeta, que además estimulaba el desarrollo del ateísmo, ha dejado enormes lecciones, una de ellas se menciona en este libro. Las experiencias históricas tanto de los países capitalista-imperialistas, como de los países del Este y de los nuestros, si bien pertenecen a la esfera occidental, no siguen el mismo ritmo espiritual y político. Así, el experimento del ex-Estado soviético ha servido no de calco, copia e imitación, sino de referente.
El autor arma: “Nuestra ontología materialista y ateísta tiene el cuidado en expresar su propio contenido histórico-espiritual, enriqueciendo con ello el acerbo materialista y ateísta internacional, y a la inversa. Las experiencias ateístas de Asia y África seguirán su específico camino, y también de ellas aprenderemos. Las ideas expuestas forman parte de un programa filosófico consistente en pensar específica, sistemática y explícitamente la ontología, subjetividad, lógica del concepto y categorías para el horizonte dialéctico, materialista y ateo al sopesar, evaluar y cuestionar la ontología, subjetividad, lógica del concepto y categorías de fundamento colonial-liberal y colonial-liberal-imperialista, para encaminarnos a una reflexión filosófica tópica, autónoma y contemporánea”.